La encáustica es una técnica ancestral, antecedente del óleo. La cera se calienta y derrite para mezclarla con los pigmentos, en un proceso laborioso e intenso donde el calor es el protagonista. Sin él, no hay pintura. Los colores que da son intensos y luminosos . El azul mas contundente que conozco lo conseguí con ella. Deslizar la cera sobre el metacrilato fue espectacular: las insinuaciones surgían sin parar. Cada pieza era la propuesta de varias. Decidí contar una historia del viaje de la Vida con este descubrimiento.
















Llamo sinometrías a las piezas compuestas desde un acercamiento intuitivo a la geometría, en las que, con respeto, ignoro la precisión para entusiasmarme con la posibilidad de las formas. El espíritu y el material son heredados de mi amor por los iconos bizantinos, con los que estudié durante tres años.
Henry Corbin señala la diferencia entre un cuadro y un icono: el cuadro te sumerge adentro de él, el icono te sumerge adentro de ti mismo.






















en el proceso...










