La encáustica es una técnica ancestral, antecedente del óleo. La cera se calienta y derrite para mezclarla con los pigmentos, en un proceso laborioso e intenso donde el calor es el protagonista. Sin él, no hay pintura. Los colores que da son intensos y luminosos . El azul mas contundente que conozco lo conseguí con ella. Deslizar la cera sobre el metacrilato fue espectacular: las insinuaciones surgían sin parar. Cada pieza era la propuesta de varias. Decidí contar una historia del viaje de la Vida con este descubrimiento.
El cartón es mi material de exploración creativa.
En él encuentro la sencillez y la elegancia que busco, por su delicada y a la vez firme capacidad de dejarse manipular. Me recuerda a la grandeza de la Alhambra, donde el yeso es protagonista de la materialización de muchas de sus maravillas. Dejando claro, a mi mirada, que el valor del arte está en la historia que nos cuentan sus paredes, en la resonancia que experimentamos ante su presencia. Entonces el material nos conmueve aún mas si cabe.




















