el punto es poético
Estudiarlo es encontrar inspiración en cada movimiento, que sugiere mil viajes posibles. Asombro, más y más asombro. Que la repetición de un punto como circulo desdoble ante mis ojos el punto de partida de una inmensidad de formas precisas, unas y sugeridas otras, fue como una llamada. Como si en un idioma intuido, llegara información de certezas que mi corazón conoce. Quedé atenta, añorante y enamorada. Y siempre que estoy con ella, con la llamada presente, quedo apaciguada en el valor de sus mensajes.
El proyecto es contar las historias de estos viajes en el mundo de la geometría, describir sus paisajes, recordando lo mucho que se parecen a los míos propios. La mayor tarea es elegir cuál de todos los posibles, emprender y llegar hasta el final, fiel y centrada ante la multiplicidad de senderos sugerentes que aparecen en el camino.
En el camino de la geometría fui encontrando maneras didácticas de pensar sobre el cómo y el para qué de este lenguaje. El estudio de la medida de la tierra (Geometría en griego) me lleva a valorar la importancia de aprender a pensar. Descubrir cómo la medida es tanto cantidad como distancia, que se da desde la repetición del origen de toda forma. Ver el origen representado más y más esencialmente, hasta definirse en un sencillo y potente punto. Y este valor es necesario transmitirlo con claridad a la niña que llevo dentro, que es la que realmente participa del asombro.
Desde esta necesidad, fui contando pequeñas historias de encuentros entre los puntos, desentrañando formas y más formas. Decidí entonces construir, con este material, un proyecto para iniciación a la aventura de este lenguaje universal de la naturaleza, en su manifestación como forma.